miércoles, 25 de septiembre de 2013

Autorretratos.

Asco, asco al mirar mis manos. Asco si visualizo alguna parte de mi desagradable existencia... Me sé revolcar como un gusano.
El asco, uno de mis tantos afanes quizás.. lo que me moviliza a ser y a hacer para intentar cambiar aunque sea una célula pútrida de mi hediondez, y sigue siendo horrible.. Las in herencias mías jaja.
Hoy no puedo ni tragar la saliva que segregan  mis papilas gustativas, que por cierto ya no son capaces de saciar  los gustos, aunque quizás todavía estén sintiendo el sabor a caramelos podridos cuyo origen recae en una joven del Punk Rock.


Irónicamente la soledad que habita en el corazón de una muñeca es la que me azota y calma, ya que arde pero me agrada. Sin querer es la que se torna una compañía casi apreciada por el asco que me suele acariciar frecuentemente todo el tiempo.
Los ojos aquellos dueños de la espectacularidad del universo, tenían la capacidad de transcender si es que necesitaba no estar, y justo ahora, mismísima mente ahora optan por cerrarse sin saberlo ellos, por supuesto... Esto me está privando de viajar; y ya estoy pensando que aquel primer asco el que engendra el nudo que me imposibilita.

El mes de septiembre al fin muere en los ocasos de la primavera, el olor a suicidio me alivia; el olor a muerte me impulsa a estar mejor ya que las flores simplemente viven y ya no "nacen"; Los colores ya son  visibles y no se colorean más.
Sigue latiendo aún mi triste corazón, sorprendente mente esta pleno de vida.. Siempre me sorprende su capacidad de deseos de vida...
Como todo concluye al final me siento por lo menos un poco mejor, aunque debo admitir que siempre rogué para irme junto al "los septiembres" que se llevaban la construcción de la felicidad.
Si bien la monotonía que por lo menos me deja predecir, llega con la muerte.